NO MAS MUERTES EN EL DEPORTE- SEGUIMIENTO MEDICO VERSUS PRUEBAS DE ESFUERZO.
Una nueva muerte en la exigente prueba Behobia – San Sebastián nos ha erizado el alma hace unas horas.
Hace tres años se produjo otra muerte en ese fatídico km final de la prueba.
Hace unos meses, tras el Triatlón de Bilbao, fallecía un participante a los tres días de su conclusión.
Todos con su prueba de esfuerzo realizada previamente.
No sabemos lo que ocurre en los órganos vitales desde el último chequeo hasta el día de la prueba. Se dice que ninguna prueba nos libra de un infortunio.
Sin embargo, en mi experiencia, sí tenemos un mecanismo que nos pone en alerta: EL SEGUIMIENTO MEDICO DEPORTIVO
Me explico. Dentro de un Seguimiento Médico-Deportivo hay Pruebas de Esfuerzo o como me gusta llamarlas Pruebas de Salud, pero además hay un contacto con un profesional de la medicina deportiva y un control del cumplimiento de objetivos. Se dan unas metas a conseguir antes de la cita, y se obtiene una visión más global del deporte y de la tarea a realizar muy por encima de la “obligada” participación en la prueba en la que “ya me he inscrito”.
Mi experiencia durante 26 años en la preparación de deportistas (ciclistas, maratonianos, corredores populares, cicloturistas, Deporte Rural, Surf, Futbolistas, Patín en Línea, Tenis, etc.) me ha dado la clave de la relación con el deporte. Debe ser una relación de confianza, de mutuo respeto, y de exigencia.
Relación de Confianza. Es fundamental la empatía con el deportista, escuchar sus aspiraciones y valorar las horas que puede dedicar al entreno para conseguir sus objetivos.
Relación con Mutuo Respeto. El Profesional debe realizar la Prueba de Salud o Prueba de Esfuerzo, obtener los datos del deportista (hacerle una foto de su estado de forma) y exponérselos con claridad, sin tapujos, sin medias verdades. Se debe respetar la opinión del médico, así como antes se ha escuchado la del deportista. La prueba inicial puede dar APTO CARDIOLOGICAMENTE y no reunir el estado de forma necesario para competir, es decir, NO APTO PARA COMPETICION.
Relación de Exigencia. Por parte del deportista se debe exigir al Médico un plan para solucionar esa situación, para mejorar, para buscar cumplir su objetivo. Por parte del médico se debe exigir el cumplimiento de ese plan y la constatación por medio de nuevas (en plural) Pruebas de Esfuerzo o Pruebas de Salud, Cineantropometrías, control del peso etc., dieta, analíticas, tratamientos, estado muscular, lesiones etc., de que se ha cumplido lo mandado en cuanto a entrenos, porcentaje de grasa, estiramientos y cuidados Fisioterapéuticos etc.
Confianza – Respeto – Exigencia- Las tres claves para que no haya una muerte más en el deporte. Si estás apto cardiológicamente pero no has mejorado tu Consumo Máximo de Oxígeno lo suficiente para afrontar los 21 km de una media maratón, o los 42 de una maratón, o los 200 km de una clásica como la Quebranta Huesos…. Pues te quedas sin ir, y ya está. Ya sabemos que recibimos presiones por todas partes, que si ya estaba hecha la inscripción (hay que poner de manifiesto que la enorme popularidad de ciertas pruebas hace que sea dificilísimo lograr inscribirse, como por ejemplo Maratón de NY, de Berlín, Marcha Quebranta Huesos, la propia Behobia San Sebastián etc.), que si ya está realizada la reserva del vuelo, los hoteles, los planes familiares….
Se puede poner muy insistente el deportista para que demos nuestro brazo a torcer. Esta insistencia y la falta de constatación de riesgo en el sector de la medicina, hizo que se “introdujera” la figura del APTO BAJO SU RESPONSABILIDAD. La mayor aberración como muestra de la debilidad de un sector de la Medicina Deportiva. No es posible que se vuelva a dar la responsabilidad a quien no la puede tener. Si dices NO, a un deportista, puede que pierdas un amigo, un cliente, un deportista de tu consulta, pero gana tu conciencia del trabajo bien hecho. Ojo, que se puede dar la paradoja de que ese deportista, al que has calificado como no apto para la competición, acuda a otro médico y tras la prueba de esfuerzo le dé el Apto Cardiológicamente y realice la competición quedándose tan ancho y tachándote de alarmista. No es válida solo la prueba. Debes tener un nivel de grasa adecuado, un nivel de km de entreno acorde con el objetivo que quieres realizar, una analítica poderosa que te sustente, y un corazón si isquemia, sin sufrimiento.
La muerte en el último kilómetro de la prueba (van dos casos en 3 años) nos está mandando un mensaje: MUERTE POR AGOTAMIENTO. La autoexigencia es máxima en estas pruebas (aquí incluyo todas: desde 1500 mts a la maratón, desde los 80 km de ciclismo a la Cicloturista de 200 km o incluso de 1000 km, desde la carrera de montaña de 10 km a las 40, 80 y 180 km que también las hay). Un deportista profesional se exige al máximo. Un deportista popular también. Hay circunstancias en las que en mayor grado debido a una mayor disonancia entre nivel de entreno y nivel de competición. Llegado a este punto nos surge la pregunta: ¿Habría fallecido si se para a dos km de la meta?. Probablemente sí. Hay un periodo de dolor potente que se soporta inmerso en los dolores que padecemos los que hacemos deporte. No sabemos desde cuando estaba “sintiéndose mal”. Pero y si hubiese realizado la mitad de la prueba?. Hay opciones que se pueden dar a los deportistas menos preparados como por ejemplo meterse en la carrera a mitad de recorrido, jugar a dos botes en Frontenis, en Pádel… Todas ellas son desestimadas por los deportistas con una ligera sonrisa en la boca, como dudando de que sea verdad lo que están escuchando, y no se levantan de la mesa y se van de la consulta en ese momento por respeto. ¿Por qué nos cuesta tanto aceptar que somos personas que entrenamos y trabajamos y que hay objetivos deportivos que se escapan de nuestras aptitudes y o nivel de preparación?
Yo tengo la respuesta. Porque somos inmortales. Así, es, me incluyo como deportista de competición. La sola práctica de una vida sana, deportiva, competitiva etc. nos da la aureola de “deportista” y eso nos protege contra todo, incluso contra la muerte. Hay que reflexionar sobre nuestra debilidad aunque seamos deportistas cada día. Hay que poner los medios para llegar con una buena preparación a cada prueba. Hay que aceptar que según se cumplen más años, las distancias deben ser menores, debe haber menor exposición al esfuerzo aunque sigamos realizando buenos entrenos. Debemos llevar a cabo un programa de entrenamiento y unas pruebas que nos den el ok de lo que estemos haciendo. Y finalmente, debemos aceptar el estar cardiológicamente aptos y no aptos para competir. No pasa nada. Hay más vida por delante. Solo con una condición: pon los medios para cuidar la que tienes ahora.
Me ha gustado mucho tu reflexión Joseba, yo también llevo muchos años practicando diferentes deportes y siempre he pensado en dónde están los límites del deporte»saludable» y cuándo empezamos a dañar nuestro organismo.
El riesgo cero no existe en ninguna actividad humana.
Muchas gracias por darnos tu opinión. Es completamente cierto. Pero… ¿estamos reflexionando lo suficiente? y después de reflexionar, debemos cambiar algo?. Esa es la propuesta.
Esto es ¡increíble! No he leído algo como esto desde hace mucho . Es agradable encontrar a alguien con algunas ideas originales sobre este tema. Este blog es algo que se necesita en la blogoesfera , alguien con un poco de sinceridad. Un trabajo útil para traer algo nuevo a Internet. Gracias de todos lo que te leemos.
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