PLANES PARA EVITAR DISGUSTOS EN EL DEPORTE (2): PRUEBA DE ESFUERZO EN EL DEPORTE ESCOLAR
Siguiendo con esta serie de artículos sobre propuestas que estén en nuestra mano sin que dependan de las instituciones, lanzamos algo que es de sentido común. Si estamos potenciando que nuestros hijos se involucren en el deporte, conozcan las competiciones y crezcan con unos valores deportivos sanos, ¿por qué no nos ocupamos de ellos con la misma intensidad en el plano preventivo?. Se debe hacer una prueba de esfuerzo a todo aquél chico / chica que desarrolla una actividad deportiva reglada, regular, competitiva etc.
La prueba de esfuerzo a un chaval de 11 años no exige un material médico sofisticado, se puede hacer un electrocardiograma de reposo y un Test de Harvard, que es un Test de un escalón, monitorizando su electrocardiograma hasta su esfuerzo máximo, y así poder descartar si hay patología cardiaca grave. Nos hemos gastado 9 electrodos desechables y hemos tardado 12 minutos. Estamos ante algo sencillo y que debemos hacer para evitarnos disgustos, que por cierto se dan todos los años cuando leemos noticias de la muerte de un joven jugando al fútbol o futbito.
Son lo que más queremos, vamos a ocuparnos de ellos desde ya. Crecerán con más información y llegarán al deporte popular cuando sean adultos en óptimas condiciones.